Te decimos qué es una auditoría de estados financieros y bajo qué normas se rigen

Uno de los puntos más relevantes en la gestión de las empresas son las auditorías, pues éstas permiten llevar un control sin equivocaciones mediante la detección de posibles fallas, convirtiéndose en una excelente herramienta para conocer el estado real de tu negocio.

Como tal, una auditoría es un análisis o examen sobre algún proceso, mecanismo o sector que se realiza para conocer su rendimiento y funcionalidad. El objetivo de realizar esta revisión es confirmar que cada procedimiento que se lleva a cabo en la organización está siendo funcional y dando los resultados que se espera o, en su defecto, necesita ser reestructurado.

Tú como empresario, puedes solicitar una auditoría en tus estados financieros con diferentes objetivos en la mente, siendo los más comunes:

  • Conocer la situación exacta de tu empresa
  • Dar credibilidad a posibles inversionistas o entidades financieras
  • Detectar posibles fraudes dentro de la organización
  • Comprobar la legalidad de tus procesos
  • Recabar información para tomar importantes decisiones

Normas de auditoría del Instituto Mexicano de Contadores Públicos

La auditoría de estados financieros es una actividad profesional, por tanto debe regirse por pronunciamientos emitidos por la misma profesión, éstas tienen como objetivo constituir el marco de actuación al que deberá sujetarse el contador público independiente que emite los dictámenes para efectos ante terceros, con el fin de confirmar la veracidad, pertinencia o relevancia de la información sujeta a examen.  Se clasifican de la siguiente manera:

  • Normas personales: se refieren a las cualidades que el auditor debe tener para poder asumir, dentro de las exigencias que el carácter profesional de la auditoría impone, un trabajo de este tipo, de manera que se encuentra obligado a ejecutar su trabajo con cuidado y diligencia.
  • Normas de ejecución: son los elementos básicos que el auditor debe conocer para poder realizar sus tareas con los cuidados necesarios. Estos elementos constituyen lo que se conoce como normas de ejecución de trabajo, que señalan que el trabajo del auditor debe estar sujeto a una planeación, supervisión, estudio, evaluación y obtención de evidencia suficiente y competente.
  • Normas de información: al resultado final del trabajo de un auditor se le conoce como dictamen o informe y es el documento sobre el que va a reposar la confianza del interesado. Estas normas regulan la calidad y requisitos mínimos que dicho dictamen debe contener.

Lo cierto es que existen varios beneficios de tener auditorías en las empresas y como tal, si bien no son una obligación como tal, muchas entidades bancarias las solicitan como prueba de que la empresa cuenta con liquidez.

De tal manera que una empresa no está obligada a realizar una auditoría, sin embargo hacerlo es saludable pues  ayudará a reducir costos, a conseguir financiamiento, a mejorar procesos, controles y otros aspectos que permiten el crecimiento de la organización.

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Fuentes:

Emprendepyme.net

Destinonegocio.com

Auditoría por Juan Ramón Santillana González

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